Este majestuoso lago siempre tiene algo que decirnos y cada día nos sorprende con alguna sensación nueva. Muchos recordamos la gran calidad de las piezas capturadas en el llanquihue hace 15 años atrás, cuando una trucha arcoiris cercana a los 5 kilos era una presa común de encontrar en cualquiera de sus orillas.

Clásico era esperar el atardecer para observar los "lomos" de las grandes truchas que interrumpian un horizonte casi perfecto, causandonos ese temblor en las manos con solo imaginar una caricia en cualquiera de nuestras moscas.

Jornadas de pesca con presas menores a 2 kilos eran fracasos, o bien no lograban saciar por completo la sed de capturas memorables...

Al paso de los años, este escenario idilico fue cambiando, en la actualidad ya dificil es toparse con una trucha arcoiris, los "piscicultura", denominado por los lugareños, empezaron a llevarse todas las fotografias, el "codigo de barras" (todos del mismo tamaño) y la cola mocha empezaron a cansar en cierta medida a los buscadores de la sangre luchadora de los arcoiris.

Pero algo ha ocurrido en el llanquihue, las truchas algo han estado planeando, llevo ya un par de temporadas capturando arcoiris no de gran tamaño, pero inmensamente peleadoras, lo cual es una sorpresa para los que aun creemos en la magia de estas aguas.

Espero que este repunte continue, y que el lago vuelva a ser la gran maravilla de años anteriores.

Hablando un poco más en profundida sobre la pesca, los patrones que mayor resultado me han dado en sus aguas son las woolly negras, oliva y blancas, la gran Llanquihue Killer y la "pancora" Gray Special.

Se puede optar también por moscas como la "prince", la cual es efectiva en casi todo el territorio nacional, he incluso, en ocasiones, pequeñas moscas secas como la adam`s han causado algún tipo de respuesta bastante satisfactoria.

Utilización de líneas de hundimiento rápido, de preferencia sinking tip, para alcanzar la profundidad optima en el momento adecuando.

Debemos recordar que la pesca en este lago preferentemente se realiza en desembocaduras de ríos, las cuales generan una fuente de alimento constante para los peces, o bien si se consta con embarcación, el lanzamiento hacia las corrientes de los afluentes puede ser una alternativa bastante efectiva.

Los días de lluvia, los cuales no escasean en la zona, suelen ser productivos, no así los posteriores a estos, por la turbiedad en las aguas generada.

Si bien la pesca de orilla en lagos y lagunas no es la alternativa favorita de los mosqueros, aquí aun se puede sentir la mano firme de la naturaleza luchando por contrarrestar la intervención humana, abundan las aves silvestres, el canto del "chucao" acompaña constantemente las jornadas de pesca y las arcoiris siguen poniendo a prueba las muñecas ansiosas de los mosqueros.

Las cañas y carretes aun tienen la posibilidad de transmitir a los mosqueros la furia de una trucha arcoiris, esa potencia que hace contraer el corazón y anudar la garganta...

Este fenómeno es lo que llamo "El Latido del Llanquihue".

Carlos Pedraza V.
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