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Lluvia Invisible
La pesca estaba difícil, buen clima y aguas cristalinas hacían que la alta selectividad de las truchas solo nos regalaran la sensación de derrota. Presentábamos patrones de moscas secas de tamaños grandes, medianos y pequeños; midges, emergentes y ninfas, lo que realmente eclosionaba en el río y no teníamos mayor respuesta con tomadas de nuestras moscas.



En el mes de Marzo, los ríos tiene un caudal mucho menor, aguas más cristalinas y con temperaturas de agua más elevadas las cuales favorecen las eclosiones y la actividad de las truchas, dependiendo de los tramos de los afluentes que pescamos, independiente de ello, tenemos truchas activas para pescar los míticos ríos de la Patagonia a mosca seca desde la mañana hasta el ultimo hatch de la noche.

Nos toco un excelente clima con un sol alto, con eclosiones fuertes y constantes durante el día. Ya a partir de las 10am en adelante perfectamente podíamos comenzar a pescar en superficie, ya que por lo general siempre las frías mañanas comenzábamos a pescar a la deriva presentando nuestras ninfas en el rio.

Nos encontrábamos pescando en los ríos mas alejados de la región de Coyhaique, en los cuales las truchas superaban en tamaño, teniendo un tamaño promedio de los 800Gms al kilo, lo cual para mi juicio pescarlos con cañas de numeración baja y con lideres finos me dan una pesca altamente atractiva.
Estos ríos tienen una población mucho menor de truchas por metros recorridos de río, lo cual nos hacia poner de nuestra parte todas las técnicas necesarias para no perder la mas mínima oportunidad de poder clavar una trucha.



En este día teníamos muchos factores en contra de nosotros, no existía viento alguno que ondulara un poco el cause del río, lo cual facilitaba la presentación en el lugar preciso de nuestras moscas, pero nos jugaba un papel en contra ya que al no tener ondulaciones producida por el viento al agua, hacia que las truchas tuvieran todo el tiempo de analizar la mosca antes de tomarla. Así mismo, el sol hacia que los brillos de los líderes nos jugaran en contra, acá no teníamos el perfecto día nublado y con un poquito de viento para tener una pesca agradable y sentir piques de truchas constantemente. En este día teníamos que trabajar líderes muy largos y presentaciones con cero márgenes de error para que las moscas dieran la sensación de caída natural al agua. Simplemente no podíamos darnos el lujo de desperdiciar una tomada.

Lo complejo comenzó mientras ya comenzó a avanzar la mañana, las argollas en la superficie eran totalmente notorias, como una lluvia invisible, las truchas se mostraban por doquier y alimentándose de emergentes de mayflies y midges y por la forma que se veían boquear, nos daban la pauta que no eran truchas pequeñas, si no que truchas que tenían por lo menos 1 o 3 años de vida en su territorio, alimentándose por largo tiempo ya de miles de insectos que veían pasar a lo largo de sus vidas. Sensación que nos hizo llamar la famosa “lluvia invisible”, como algo atractivo y técnico ya que las presentaciones en el río totalmente plano o planchado, tenían que ser a un metro antes de cada gota invisible de agua que veíamos en la planchada superficie.

Manteníamos la distancia necesaria para que las truchas no nos detectaran, en muchos casos ni siquiera entrábamos al agua, preparábamos los lanzamientos a dos o más metros de la orilla, ya que el agua estaba totalmente planchada y a la mínima sensación de vibración en el agua, las truchas automáticamente dejaban de comer o simplemente se cambiaban de posición frustrando nuestra pesca.



La desesperación al ver las truchas comer arriba en una estructura de agua totalmente plana, como una tabla perfectamente lisa que le salpicara goterones de agua, nos ponían en juego todas nuestras experiencias como pescadores con mosca, un día muy difícil y con truchas alimentándose a nuestra vista, nos hizo poner en jaque nuestros lideres y moscas ínfimas en numeraciones #16,#18 y #20, y mas de alguna en numero #22 que fueron puestas en un 6x, pero con resultados de tomadas por estas selectivas truchas de buen tamaño.
La buena presentación de las moscas, y la paciencia Mosquera fue la mejor carta que tuvimos en aquella expedición de pesca en uno de los ríos mas espectaculares según mis gustos, ubicado en la Patagonia Chilena.

Creo que muchos mosqueros, han tenido el placer de ver una hermosa lluvia invisible...


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