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Montajes "Pach"
Constantemente comparamos nuestras moscas a las "naturales", pero existen una serie de montajes que no trata de imitar ninguno en particular, y donde entra la creatividad en un juego mental con "intuición de atado" para diversos materiales, donde las proporciones y tonalidades de las imitaciones dejan su estricto margen de atado en reposo, para incorporar vivos colores y brillantes acabados.

Son estos elementos predominantes para algunos de estos montajes, comúnmente definidos por los pescadores con mosca como atractoras o de conjunto. En este caso los montajes "pach" son esencialmente para el grupo de moscas que aquí comento: "atractoras", y que a mi, personalmente, me atraen tanto para pescar como para montarlas.

¿Que pretendo con este montaje?

Romper la pasividad de las truchas más selectivas.

Aparentemente este tipo de montajes de conjunto persiguen la provocación, disparar la irritación visual del pez y, siendo el caso de las pintonas, actuar directamente sobre su instintiva e incontrolada curiosidad. Opino que fruto de su desarrollada capacidad oportunista cuando entran en su medio imitaciones de este corte, por ejemplo las "patriot", "trout fin"..., y ahora las "pach", que entrarían en esta categoría.
Sólo he pescado con algunas de las anteriores variantes, como la "mtp- pantano", la primera de la hornada de las "pach", pero con montajes terminados con la cabeza en hilo de montaje, y no en foam, como indico en las siguientes ilustraciones.
Este primer montaje "pach" fue tomando forma en el torno a principios del 2003, resulto ser muy efectivo en las últimas horas del día, pescando cerca de la orilla, siguiendo una pauta de "un corto tirón sobre la línea y espera".

"Pach" mas de lo mismo

El pasado año, en uno de los ríos al norte de New Jersey, mientras caminaba "como un turista dentro de un museo", buscaba a lo largo de sus márgenes un lugar donde poder localizar más actividad o algún movimiento que delatase "feudo truchero", me dirigí río arriba.
Opté por sentarme -mis ánimos no eran muy partidarios de cualquier otra actividad en aquel momento- con la intención de adelantarme al amanecer, un madrugón era necesario. Encontré una piedra de caprichoso color granate oscuro que los escasos rayos de sol otoñal habían calentado durante aquella mañana del frío día de octubre, era mi primera visita a aquella zona y me sentía perdido, pero no ansioso, aun tenia dos días por delante para disfrutar del río y sus parajes, y la mitad de uno con un guía local.

Necesitaba alguna referencia de que truchas comunes rondaban aquel lugar, el guía de pesca presumía de ello; mientras me encontraba en estas disquisiciones mis tripas dieron un giro de 180 grados a mis pensamientos para recordarme que no había comido, iba a echar mano de una barra energética que tenia en la mochila, pero un poco de queso manchego y de jamón serrano se interpusieron entre la barra energética y no pude resistirme.
Mientras disfrutaba del paisaje con un ojo, con el otro ojo tomé cuenta del bocadillo, a lo lejos divisé que otro pescador se dirigía sin duda río arriba hacia mi posición, en cuestión de minutos apareció un joven muchacho, ofreció el saludo y mientras yo me sacudía las migas de pan..., preguntó

- ¿Alguna captura?
- No, nada en las últimas 4 horas.
- ¿Con que estas pescando?
- Ahora tengo una oliva

Una baetis, de las imitaciones que había comprado y que me recomendaron como mosca local para este mes según la tabla de eclosiones locales que me facilitaron en la tienda.
De lo que parecía una bote de pastillas sacó dos moscas, una emergente (still-born) con tórax en foam blanco y atado, en la parte superior del anzuelo a modo de indicador, un pequeño mechón de CDC imitando las alas, con dubbing de oreja de liebre oliva bajo el foam, cuerpo en cristal flash verde oscuro brincado con hilo fino de cobre y antron de un naranja chillón a modo de exhubia, montada en un #12 curvo. La otra imitación (zebra) una imitación de quironómido en un #18 curvo. El joven sacó un corto ramal de sedal atándolo a la imitación de quironómido, después ató el extremo del mismo ramal a la curvatura del anzuelo de la emergente, aseguro el nudo y ¡tack!, rompió; repitió la operación -esta vez con mas fortuna- cortésmente me dijo que si podía picar en el remanso y compartirla..., adelante..., yo estaré un rato más aquí.

Después de agradecer su cortesía, la impresión que me llevé fue de que no me ofreció mucha seguridad en sí mismo, con el agua por los tobillos comenzó a vadear, a pocos metros de la orilla y, a la altura de un gran tronco caído que dos piedras sujetaban su deriva, el joven comenzó a sacar línea de su carrete, yo observaba sentado, mientras intentaba hacerme un palillo con alguna maltrecha rama para quitarme unas tirillas del rico jamón serrano.

Pasaron 15 ó 20 minutos y aquel flaco mozo no me transmitía tanta inseguridad, diría que me hacía más amena la espera hasta el hatch. El poco calorcito que desprendía aquella piedra me relajaba, diría que aquel lugar tenía su propio micro-clima, y así mi organismo lo reconocía, haciendo trabajar la digestión…

Igual que horas antes, el río no delataba movimiento alguno de trucha. El joven demostraba buenas maneras, en sus lances se podía apreciar motivación y talento contenido a voluntad para acomodar las moscas con relativa distancia y discretamente en cada postura. Muy lentamente seguía la pauta, tanto es así que apenas se desplazo un par de metros de aquel tronco. De repente ..., plish..., plash..., ¿trucha adonde vas?..., una trucha de la que no pude ver con claridad su tamaño, fue devuelta al agua en el tiempo que tarde en levantarme, deshacerme del rustico pero eficiente monda-dientes y agarrar mi caña. Seguí observando por un rato, el joven me indicó con un gesto de su brazo que me aproximase y comenzara a pescar, y mientras yo vadeaba hacia el lugar donde él se encontraba, tímidamente las truchas se dejaban ver por aquellos lugares donde sus moscas derivaban.

Comencé a lanzar -unos metros nos separaban- y en una ocasión una de las capturas del joven se paso a mi manga de pesca, ofreciéndole mi sacadera al fin pude tener la primera fario del día en mis manos. Antes de poder devolverla al agua pude observar con más detalle la forma y tonos de la emergente, y a escasos 10 cm., clavado en el labio inferior, el quironómido. El joven, después de adecentar y repasar los nudos de su lider, me animó a cambiar de mosca, a lo que le comente.
- He venido a pescar unos días, y no tengo nada parecido a tu imitación.
Sorprendentemente me ofreció su caña, diciéndome
-Sigue tu pescando mientras yo te preparo el bajo con las mismas moscas, estos últimos días los mejores resultados los he notado con esta técnica.

Así seguimos unos 30 ó 40 metros de río con diferentes y alternadas capturas, la noche cayó con un intenso frío y dimos por terminada la jornada.
Al día siguiente tenia una sola caja de moscas con imitaciones de "still-born" y (no tantas) de "zebra", estas últimas las fui alternando durante el día con otras imitaciones de micro-ninfas, también combinándolas con ahogadas o wet flies, dándose distintos resultados. Los días siguientes la emergente fue la mas castigada, definitivamente aquella técnica era la idónea en aquella época del año, el guía que me acompañaba en mi ultima media jornada de pesca así me lo confirmo en los diferentes tramos de río que pescamos.
Cuando regresaba a casa, las 3 horas de viaje fui imaginando una forma distinta de atar esa pieza de foam de otra manera, la "mtp-pantano" era mi más inmediata referencia.

"He creído interesante aportar algunas opciones más de atado y algo sobre el foam que podremos utilizar para completar mejor en algunos de los siguientes pasos, y de paso intentar solventar algunas posibles dudas."


Solo hablaré del foam y algunas de sus características.

Para estos montajes, utilizo dos tipos de foam: "close cell-foam" y "razor foam". Las propiedades son casi idénticas pero se trasforman y comportan de diferentes maneras en cuanto ejercemos presión con la seda sobre estos diferentes tipo de foam.
El de las siguientes ilustraciones es "close cell-foam", entre otras, tiene unas propiedades por si solo -además de flotar obviamente-, es muy maleable o "fácil de trabajar". Un dato importante es su tipo de flotación, similar a la de los bloques de hielo, una gran parte del total de foam está bajo la superficie, y cuanto más foam tratemos de incorporar con la intención de ofrecer más flotación, estaremos realmente haciendo lo contrario. Este undimiento se acentúa mucho mas cuando añadimos un anzuelo, otros materiales de montaje y el hilo, al atarlo ejercemos presión sobre las pequeñas bolsas de aire del foam causando un punto mas de "succión", y algo menos por el foam; en algunas utilidades este foam será interesante, pero para otras tendríamos que tener en cuenta esta cualidad.
"Razor-foam", podremos encontrarlo en jugueterías, y en algunos tipos de suela para "playeras" o zapatillas de playa fundamentalmente.
Este es mi preferido, superior en flotación, es altamente compacto y sus "micro-burbujas de aire" soportan mejor la presión de la seda. En contra tiene un ligero problema: es menos "maleable", su menor capacidad de "moldear" o deformar con la presión de la seda sobre el foam y así contra el anzuelo, y con iguales grosores que el "close cell -foam" es claramente definida. El "razor foam" requerirá de unas determinadas técnicas con diferentes grosores en el foam y en los hilos, esto solo lo iremos notando y corrigiendo con la práctica del atado con este tipo de foam.





En lugar de cortar en ángulo y chaflán el foam con unas tijeras, podemos calentarlo con una llama de vela o encendedor, y así " moldear" igualmente el grosor y anchura, aconsejaría hacer unas pruebas antes en una pieza del mismo foam, de esa manera veremos a que punto comienza a deformarse, y (ojo) !No a quemarse!, por lo que deberemos guardar las precauciones oportunas.





El "corte 1" puede hacerse mas largo o profundo, y así utilizar el foam de los extremos (o "patillas") como relleno en la zona del tórax-cabeza, sobre todo en montajes "paraloop" y "parachute", guardando cuidado de no juntar mucho las vueltas de hilo, ganaremos flotación, pero también peso, un dato a tener en cuenta, y que podría desequilibrar el montaje si no logramos compensarlo con las proporciones de los materiales anteriormente atados, ( ejm..., cercos, cuerpo...),. También las posteriores vueltas de hilo sobre el foam serán tomadas en cuenta, insisto en esto por la única razón de que la seda de montaje absorberá agua y añadirá su consecuente peso, al igual que el tipo de foam, los falsos lances y una vez atada la mosca al terminal, esconderemos discretamente esas posibles faltas.







Una vez que dominamos la técnica, podemos continuar con la seda hasta el ojal, En este paso, aunque no necesariamente, se necesita formar con el hilo el segmento que separa tórax-cabeza, pudiendo continuar con el hilo hasta el ojal y desde aquí pasar a darle forma a la cabeza. Haciendo esto evitamos que se acumulen demasiadas vueltas en este punto y, si así lo queremos, donde terminamos el atado de este montaje.
Sin encontrar nada más que adjuntar ni ofreceros sobre este montaje, entregaros mi total colaboración en resolver alguna posible duda, tanto en el torno, como en el campo de trabajo. Agradeciendo por adelantado a todos los que quieran compartir los diferentes montajes que puedan surgir empleando ésta u otras técnicas con materiales sintéticos.
Recuerda que algunos de estos montajes "pach" aún no han sido puestos en práctica.


Aportes Exclusivos de;
Manel Torrecillas / New Jersey.
www.Pescador.cl