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A quien no le ha pasado?

Me encontraba yo en P. Montt junto a un compañero de universidad en la casa de un amigo de la infancia, también fanático de la pesca. Estábamos esperando a que llegara del trabajo para irnos de pesca cuando a las 8 PM suena mi celular y del otro lado mi amigo y anfitrión me dice: “voy saliendo de la pega, en 20 min. estoy allá”. Yo tenia todo listo (después me daría cuenta que no) y junto con mi compañero de universidad terminábamos con los últimos preparativos.




Ya estaba todo arriba de nuestro fiel compañero krosty móvil (una volkswagen combi del 90) cuando llego mi amigo del trabajo. Se cambio de ropa, engullo un pan con manjar y nos fuimos rumbo al rió Petrohue.
Como nuestra camioneta estaba sin la revisión técnica al día decidimos irnos por un camino interior que parte en el pueblo de La Vara y va a dar al camino que une Puerto Varas con Ensenada. En medio de una oscuridad total íbamos los tres, felices cuando el dueño de la camioneta y anfitrión dice:”echaron los fideos”, no se que cara pusimos yo y mi compañero, la cosa es que empezamos a echarnos la culpa mutuamente cuando de repente el que había hecho la pregunta dice: “miren, ahí hay un almacén”. Se bajo mi compañero y empezó a hacer un inventario por si faltaba algo más:
_ Azúcar?
Y mi respuesta fue: “se me olvido”
_ Café?
_ se me olvido
_ Atún?
_se me olvido
Estábamos en eso cuando mi otro amigo, el que iba manejando explota en una sarta de improperios hacia mi persona por los olvidos a lo que yo respondo: bueno, veni a pescar o a comer hueon?. Los tres nos unimos en una sola carcajada, Eso sirvió para relajar el ambiente y de pasada sacarme un poco la responsabilidad
Una vez en marcha con el stock de víveres completos, sale una nueva y no menos conflictiva pregunta: ¿supongo que no se les olvido traer la tetera?
Era el fin, a mi yunta le podía faltar de todo, menos su café.
Calentamos agua en la olla, dije para salir del paso, a lo que mi amigo respondió “y si queri cocinamos en la rueda de repuesto”. Luego de eso perdí toda la confianza que el
había depositado en mi y me prometió que para la próxima el se iba a hacer cargo de todo.
Cuando íbamos en pleno camino, sin un alma en kms a la redonda mi amigo dice: “el auto no esta cargando corriente”, luego de bajarnos y de revisar nos dimos cuenta de que la correa del alternador se había cortado.
- No puede ser, aquí cagamos, dije completamente abatido.
-No te preocupes, dijo mi amigo. Tengo una correa de repuesto
-No lo podía creer, estábamos salvados
-Cambiémosla altiro, dije arremangándome
Pero no tengo la herramienta y no se como hacerlo, fue su respuesta. Esa fue mi oportunidad. Empecé a alegar que como era posible que su auto no tuviera herramientas, que era el colmo, que la tetera era un detalle al lado de esto y que para la otra yo me iba a hacer cargo.
Para resumir les cuento que lo intentamos todo, estuvimos como una hora tratando de ponerla, lo intentamos con un cordon de zapatos, un viento de la carpa, el cordelito del buzo,teníamos los dedos rotos, grasa hasta en las orejas y nada…

De repente vimos unas luces que se acercaban, empezamos a saltar y a hacer señas con la linterna. A los cinco minutos estábamos con la correa instalada y dándole las gracias a ¡un mecánico! Que por esas cosas de la vida venia de hacer un trabajo a domicilio en una parcela cercana.
Al final llegamos al camping como a las tres de la mañana cansadísimos y sucios, así es que no armamos nada de carpa y nos instalamos dentro de la camioneta a dormir obviamente estábamos en pie a las 5:30 AM del otro día para ir, por fin, a pescar.






Artículo por:
Roberto Arellano.
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